jueves, 7 de mayo de 2009

Helloween - Walls of Jericho (1985)


Son pocas las bandas de las cuales podríamos decir que han revolucionado o innovado sobre nuestro género. Algunas de ellas son Black Sabbath, que con su single “Paranoid” se comenzó a hablar de heavy metal propiamente tal. También hablaríamos de Judas Priest, que al mostrarnos el lado oscuro del heavy, redefinió y le dio la actitud que aun prevalece. Y así un listado de bandas que, contadas con los dedos de una mano, han realmente causado un revuelco en los antiguos paradigmas de rock. A mediados de los años ochenta, apareció una de estas “bandas hito” que definitivamente revolucionó la antigua apuesta por el rock & roll que se venía forjando desde Sabbath en los setenta. Corría el año 85 y un alemán llamado Kai Hansen decide reclutar a los mejores músicos del género, para que a la postre, cambiarían la historia del metal. Es así como nace el primer álbum de esta agrupación de jóvenes de entre 17 y 22 años que fue llamada Helloween. Nos referimos a su álbum debut. Walls of Jericho, el álbum que procreó el género del Speed metal, era una respuesta fuerte y dura al momento que pasaba al dividida Alemania de ese entonces (Walls = Muros). El éxito no se dejó esperar, convirtiéndose en un de los álbumes más vendidos en todo el viejo continente, y no era para menos. La apuesta de los germanos por un metal más rápido y contestatario identificó a grandes masas que se aburrían un tanto de los antiguos discursos épicos del antiguo heavy metal. Esto ya era un tema netamente político. “Basta de hadas, magos y guerreros legendarios que salvaban al mundo. Lo nuestro va en serio” fueron las palabras del Hansen, líder del grupo,  palabras que están en la contra carátula del disco. Un menaje directo, que al mismo tiempo que ganaba adeptos, también ganaría profundos detractores. Hablamos de los retrógradas de siempre que hablan de un pasado mejor; pero es harina de otro costal.

 

               En lo netamente musical, himnos como Ride the Sky, Guardians o Heavy metal (is the law); se convertirían rápidamente en piezas obligadas en el inventario musical de un verdadero metalero de corazón. Así como en otros rewiews, diría que al que no le gusta el Walls of Jericho, no le gusta el metal y muchos de mis “colegas” rockeros dirían los mismo. HEAVY METAL…..IS THE LAW!!!

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